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«La Segovia de PLAYMOBIL» (por Luis Peñalosa)

Últimamente parece que nuestro alcalde Fechorías, perdón, Mazarías (en qué estaría pensando…), no tiene muy buena sintonía con otros organismos oficiales de la ciudad: la FES le reclama más actividad en el desarrollo del polígono industrial de Prado del Hoyo o el llamado Puerto Seco; se enfada con el presidente de la patronal de la Construcción, al que señala como partidista por discrepar de la gestión urbanística municipal, etc, etc. Y como aceptar la mas mínima critica no entra en sus cálculos, cualquier posibilidad de rectificación es impensable.

Pero no importa, ya se irán calmando los ánimos de los que objetan su buen hacer y mientras tanto él sigue aumentando la lista de grandes proyectos para convertir la ciudad en un paraíso. El plan de Las lastras es ahora su buque insignia. Sin duda, la conexión del tráfico hacia la calle 3 de Abril sería muy útil y por ahí debería comenzar el trabajo, siempre que no se utilice para llenar el campo de coches aparcados en precario.

Pero la última ocurrencia , ya apuntada en otras ocasiones, es rodear el casco amurallado de medios mecánicos de remonte en prácticamente todos los casos, sin ninguna justificación seria. Es como el que tiene un Playmobil y se dedica a jugar con el, a ver que se le ocurre, como si estuviéramos montando el Belén de la Diputación. Lo malo es que esos juegos no son gratis, aparte de que en una ciudad Patrimonio Mundial hay que tener mucho cuidado en como se interviene. Lo primero es valorar la necesidad real de esas intervenciones y, que yo sepa, lo mas útil y menos impactante seria la construcción del proyectado ascensor desde la calle de San Millán al paseo del Salón y como complemento, sin mayores fantasías, rampas de obra, con un trazado adecuado para suavizar su pendiente en las calles del Sol y de la Luna, para llegar a la calle Real. Contando además con el ascensor ya existente en el centro comercial Almuzara, cuyo horario convendría ampliar a los días festivos.

Es lógico que las oficinas de proyectos y fabricantes de remontes mecánicos intenten vender su mercancía, pero debemos exigir a nuestros representantes municipales un mínimo de cordura a la hora de invertir nuestro dinero. A lo mejor es más necesario, simplemente, que el pavimento de nuestras calles esté en condiciones de evitar los frecuentes tropezones y caídas, con graves consecuencias, que gastar millones en subir turistas al Alcázar, o estudiantes del IE, en volandas, al casco amurallado. Ni somos tan ricos ni hay tanta necesidad.

Unos ejemplos recientes de cómo las instituciones se dejan (¿?) embaucar por este tipo de propuestas lo tenemos en el mirador construido en un paraje cercano a la ermita de Hontanares, en Riaza, totalmente inadecuado y totalmente innecesario porque ya existía uno perfectamente integrado en ese lugar. Afortunadamente, Sepúlveda se libró de una intervención similar, junto a la Virgen de la Peña, que hubiera sido una aberración. Y lo más grave es que hubiera sido muy oportuno invertir en eliminar las edificaciones que, en su día, se construyeron en ese lugar, arruinando ese paisaje único, y en realojar a esos vecinos. Es una asignatura pendiente de Sepúlveda, teóricamente uno de los pueblos más bellos de España.

También recordarán algunos aquel proyecto de aeropuerto que casi nos cuelan en 2008 en Cantimpalos, al estilo de Fabra en Castellón.

Y para qué nos vamos a ir tan lejos si tenemos el famoso Centro de las Artes y de la Tecnología, que alguien vendió al Gobierno socialista para toda España y cuyo resultado en Segovia ya conocemos, aunque todavía tengo la esperanza de una salida digna, que no sea simple Ferial y oficinas municipales.

En fin, cuando el diablo no sabe qué hacer, suele coger la varita mágica de hacer infraestructuras inútiles para intentar encandilar al personal crédulo y con poco criterio acerca de los problemas importantes que le acucian, e intenta que estos se olviden. Pero al final la realidad se impone y vienen las lamentaciones, cuando ya no hay remedio.

Creo que el Alcalde y su equipo deberían escuchar un poco más, incluso a sus correligionarios, porque algunos no están muy de acuerdo con su deriva autoritaria y poco dialogante, algo que se me antoja incompatible con la aprobación de unos presupuestos cuando se gobierna en minoría y es sabido que eso es un freno para un funcionamiento eficiente.

Luis Peñalosa