«Prioridades» (por Luis Peñalosa)
Todos sabemos que los recursos económicos de las Administraciones públicas son siempre menores de lo que desearíamos para satisfacer nuestras aspiraciones sociales. Por eso es fundamental elaborar unos presupuestos realistas donde se establezcan las prioridades de actuación, de acuerdo con los criterios políticos de quien le corresponda su presentación. Lo primero es cuadrar lo que se quiere hacer y lo que se puede recaudar para conseguir ejecutarlo.
Por ejemplo, hay quien prefiere, como la Virreina madrileña, la del novio defraudador, reducir los impuestos a los muy ricos, pobrecitos ellos, para que no salgan, huyendo, como nuestro inefable “emérito”, a paraísos fiscales. Aunque para ello tenga que precarizar los servicios básicos que debería de garantizar a los más desfavorecidos: esos están acostumbrados a apretarse el cinturón…
Siempre cabe la posibilidad de modificar las prioridades ante las necesidades reales que no se habían previsto al confeccionar los presupuestos, aunque esto evidencie la deficiente planificación del Gobierno: mejor rectificar a tiempo que empecinarse en los errores.
Recientemente, por poner un ejemplo facilito, el alcalde Mazarías ha anunciado que cambiará la partida prevista para el proyecto de aparcamiento en el Paseo del Salón por una obra junto a la rotonda de Melitón Martín, entre San Gabriel y Vía Roma. Bienvenido sea el aplazamiento de la obsesiva y nefasta idea de actuar en aquel espacio natural, sobre el que cualquier ciudad civilizada y moderna establecería una protección integral.
Estoy de acuerdo en la idea de comunicar la Vía Roma con San Gabriel para desahogar la rotonda de Melitón Martin, pero creo que sería más fácil hacerlo por la entrada, ya existente, a los garajes del último edificio de esa vía, con unas mínimas obras para establecer esa conexión. Aún estamos a tiempo.
Y puestos a proyectar cosas útiles, sin salirnos de aquella zona, sería una gran mejora para la movilidad de la ciudad, la realización de una nueva rotonda en la confluencia de la avenida Padre Claret con Coronel Rexach y Prado, sustituyendo a los semáforos existentes en la actualidad.
Haría falta tiempo y medios porque, seguramente, sería necesario expropiar los esquinazos de las Hermanitas de los Pobres y del colegio Claret, para encajarla, pero creo que eso sí merecería la pena. A mi juicio, bastante más que lo expropiado en Antonio Machado.
Siguiendo con las prioridades, parece evidente que es bastante más interesante para Segovia conseguir la proyectada instalación del CIDE en el edificio conocido antiguamente como CAT que, como pretende el alcalde Mazarías, trasladar a ese mismo lugar algunas dependencias municipales. O, al menos, debería darse prioridad a lo primero, sin condicionarlo por esto último, ya que podría hacerse desistir al Gobierno de su propósito. Y esto sí que sería imperdonable. No vengamos luego a rasgarnos las vestiduras como en el caso de la llamada Base Mixta, sin ninguna posibilidad de enmendar los errores, seguramente cometidos.
Y, aunque se trate de una iniciativa, básicamente privada, de lo que no estamos muy sobrados por aquí, el Ayuntamiento no puede dar la espalda al desarrollo del polígono de Prado del Hoyo y el llamado Puerto Seco, dejándose comer el terreno, nunca mejor dicho, por otros municipios, al parecer con más apoyo de la Junta de Castilla y León, o con más eficiencia administrativa por su parte.