Artículo de opinión publicado en el Acueducto2 de Carlos Serrano, coordinador provincial de IU
Desde el pasado 7 de octubre han muerto más de 1.100 personas por el mayor enfrentamiento ocurrido en décadas entre Israel y Palestina. Se trata de un hecho sin precedentes en los 16 años desde que Israel controla la franja de Gaza. El lanzamiento de proyectiles por parte de Hamas ha sido respondido con la declaración del estado de guerra por parte de Israel, la movilización de aviones de combate y el bombardeo de territorio palestino.
Cientos de lideres de la Unión Europea han salido a solidarizarse con Israel y a condenar la acción de Hamas. ¿Pero no es Palestina la que está siendo ilegalmente ocupada? ¿Se ha escuchado a los lideres europeos condenar alguna de las acciones ilegales que ha cometido Israel? Se acusa a Hamas de islamistas radicales, ¿pero por qué nunca se escucha decir que el sionismo religioso es una ideología radical y criminal?
El Estado de Israel ha violado sistemáticamente los acuerdos internacionales que desde 1949 establecían los territorios israelí y palestino. Además, existe una ocupación militar por parte de Israel que desde 2007 ha impuesto un bloqueo por tierra, mar y aire sobre Gaza. Esta situación de bloqueo ha provocado, según la ONU, que el territorio sea inhabitable por la imposibilidad de acceder a recursos básicos para la vida. Al bloqueo se le unen prácticas como el derribo sistemático de casas y destrucción de aldeas, el arresto indiscriminado de palestinos o el apartheid.
Sin duda, es la apropiación ilegal de territorios la que está generando mayor conflictividad en la zona. Las colonias judías, consideradas ilegales por el derecho internacional, han aumentado más de un 15% desde 2018. ¿Quiénes son los colonos israelíes? Generalmente son judíos ortodoxos, radicales sionistas que ocupan voluntariamente territorio palestino con ayuda económica, social y militar por parte del Estado de Israel. Los territorios ocupados son zonas estratégicas para la construcción de infraestructuras, tierras de cultivo o áreas que contienen acuíferos. Inmediatamente el territorio colonizado se considera parte de Israel y se produce el despliegue de cuerpos militares por la zona para “proteger” a sus ciudadanos y de paso controlar carreteras, infraestructuras y aldeas.
El único culpable de la situación actual no sólo es Israel. EE.UU es el colaborador necesario que ha vetado sistemáticamente todas las resoluciones de Naciones Unidas. Por su parte, la Unión Europea actúa con complicidad manifiesta cuando se solidariza con el invasor en lugar de hacerlo con el invadido. De hecho, a pocas horas de escribir estas líneas, la Comisión Europea ha anunciado que suspende todos los pagos relativos a ayudas para el desarrollo de Palestina. El objetivo, terminar de ahogar a Palestina en un pozo sin fondo.
La única solución al histórico conflicto es que la comunidad internacional haga cumplir a Israel las distintas resoluciones sobre los territorios ocupados. Es necesario garantizar el derecho de Palestina a ser un Estado soberano e independiente y es urgente poner en marcha un proceso de paz que garantice el final de la ocupación y el respeto al derecho internacional.