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Ni un paso atrás, compañeras

Adriana López, compañera de IU El Espinar, escribe artículo de opinión sobre el riesgo de involución y los retos del feminismo.

Indignación y un profundo rechazo. Eso es lo que siento cuando veo las últimas declaraciones de dos personas de Vox en relación con las mujeres y el feminismo.

Uno de los diputados de Vox por Segovia, Rodrigo Jiménez, publicó hace unos días en un periódico provincial una columna sobre el adoctrinamiento de la izquierda en materia de feminismo y de educación sexual.

Considera que todos aquellos jóvenes que van a asistir al monólogo “No duelen los golpes” de Pamela Palenciano sobre un caso de violencia de género, son víctimas. Víctimas por recibir información sobre una de las mayores lacras de nuestra sociedad y sobre educación sexual. Y permítanme aclarar que la educación sexual (contemplada en la nueva ley sobre salud sexual y reproductiva) permite que se proporcione información y conocimientos para tener relaciones basadas en el respeto, la igualdad y el consentimiento, y sobre métodos anticonceptivos y buenas prácticas sexuales.

De hecho, habrá quien todavía dude de por qué es necesaria la educación sexual. Pues bien, porque desde que se suprimió en los centros educativos, se ha multiplicado por cuatro los casos de enfermedades de salud sexual en España, porque se consume porno desde los 8 años (de media), porque se han incrementado las violaciones en grupo y en menores.

A estas alturas habrá quien se lleve las manos a la cabeza por hablar de un tema que en 2022 sigue siendo tabú. Y lo es porque no se ha normalizado algo tan natural, porque el PP se encargó de ir suprimiendo la educación sexual y ahora la extrema derecha lo trata como adoctrinamiento ideológico.

Qué vamos a esperar de un partido que considera a las mujeres como “portadoras y dadoras de vida”, como ha dicho el Vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo. Como si las mujeres no tuviéramos más función que tener hijos, como si no pudiéramos decidir no tenerlos o centrarnos en nuestra carrera profesional y académica.

Pero claro, en su modelo de país las mujeres están relegadas a eso, a tener hijos. Un modelo de país en el que no entra la diversidad ni de personas ni de familias.

Y ante un partido que quiere volver a la España de 1939, yo siento indignación. Pero también fuerza, porque no les vamos a dejar que nos quiten derechos, porque nos tendrán enfrente, luchando, como siempre hemos hecho.