Opinión

Segovia ¿ciudad sin ley? (por L. Peñalosa)

 

[box] Artículo de Luis Peñalosa, concejal de IU por Segovia, a propósito de la necesaria redenominación de calles y erradicación de los homenajes a la dictadura en nuestras calles.[/box]

 

[dropcap style=»font-size: 60px; color: #f72a14;»]R[/dropcap]esulta paradójica la insistencia con que, mis amantes detractores, me recomiendan que ocupe mí tiempo en cosas más importantes que exigir el cumplimiento de la ley, concretamente la de Memoria Histórica, y el que dedican ellos a defender las denominaciones franquistas que aun se mantienen, en contra de la legalidad, en nuestra ciudad. ¿Por qué será? Desde luego sus argumentos no resisten el más leve análisis objetivo y faltan flagrantemente a la verdad.

Es falso, como se ha explicado por activa y por pasiva, que el cambio de denominación de una calle cause problemas económicos o administrativos, ni a sus vecinos ni al resto de la población, ya que el ayuntamiento lo comunica a todas las entidades y servicios del Estado, (Correos, Hacienda, Diputación, Junta de Castilla y León, etc., etc.) para que puedan dirigirse a los administrados con la nueva denominación, pero admitiendo también la antigua. El hecho de que los vecinos de esas calles tengan papelería, tarjetas, publicidad, etc. solo significa que, cuando la agoten, (ojala sea muy pronto) podrán renovarlas con el nuevo nombre, o, si tienen nostalgia del franquismo, con el antiguo, hasta que sean capaces de olvidarlo, lo cual, para algunos, parece que va a ser difícil.

En nuestra propia ciudad tenemos muchos ejemplos de cambios en el callejero (Plaza de Franco, Avd. de José Antonio, Onésimo Redondo, etc. etc.) que no han provocado ningún problema. Pero también en ciudades más importantes como Madrid, por no ir más lejos, (c/ General Mola, con miles de residentes, etc.).

Yo comprendo, como ya he manifestado en otras ocasiones, que el apabullante curriculum personal de José María Fernández Ladreda y Menéndez-Valdés, puede provocar, (por motivos corporativos, fundamentalmente, como ocurre entre algunos artilleros o académicos de S. Quirce) resistencia a que su nombre sea eliminado del callejero de Segovia, pero lo cierto es que su incuestionable implicación en el golpe militar contra el régimen constitucional de la II Republica y su participación en la posterior represión, le inhabilita para ser distinguido con honores en un régimen democrático.

Alguno de los detractores, nos recuerda cuanto le debemos a Fernández Ladreda por haber contribuido como ministro a la terminación de la presa de Revenga. Lo que, a lo mejor desconoce es cuantos presos republicanos fueron forzados a trabajar en esa obra. A ellos se debería rendir homenaje, en lugar de humillarles con la presencia de su nombre en el callejero.

Que un ministro de Obras Publicas ejecute infraestructuras es, simplemente, cumplir con su trabajo. Dar su propio nombre a esas obras es una muestra de egolatría, algo de lo que Fernández Ladreda debía de estar sobrado, a juzgar por como se aplico a auto-homenajearse durante su vida ministerial

Estoy seguro de que algunos segovianos (puedo citar nombres concretos) quedaron decepcionados por el fracaso del golpe de Estado de Armada, Tejero y compañía, el 23 de febrero del 81 y se quedaron con las ganas de dedicarles calles de nuestra ciudad. Incluso les gustaría recuperar los nombres de Plaza de Franco o Avenida de José Antonio. Por eso les duele que se eliminen del callejero a los golpistas del año 36, como Mola o Fernández Ladreda y buscan cualquier subterfugio para impedirlo, aun a costa de incumplir la ley que lo regula.

Ciertamente hay leyes mas importantes, como la Constitución, que se incumplen sistemáticamente, por ejemplo en lo que se refiere al derecho al trabajo, o a la vivienda, o a la aconfesionalidad del Estado, pero eso no les da derecho a los franquistas segovianos a oponerse a la aplicación de la ley de Memoria Histórica, por mucho que añoren al dictador.

Espero que pueblos tan importantes de nuestra provincia como Cantalejo, Coca, Aguilafuente, etc. que aun siguen ofendiendo a sus vecinos demócratas, con la permanencia de nombres franquistas en sus plazas y calles, se decidan a sustituirlos antes de que tengan que hacerlo obligados por los tribunales de justicia. Seria más honroso para ellos. Y no se preocupen, la Diputación tendría que seguir dándoles sus limosnillas, a pesar de todo.

Luis Peñalosa, concejal de IU en el Ayuntamiento de Segovia